Nacida en España y después de recorrer el mundo durante años sin llegar a encontrar un sitio que le conquistara, habiendo vivido en Australia, EEUU y Londres, Eva hizo un viaje de esquí a Whistler en 2017. Sólo le hicieron falta 10 días para enamorarse de este maravilloso lugar y saber que esquiar en estas montañas era lo que quería hacer, convirtiendo su pasión en un modo de vida.
Hizo las maletas y siguió su instinto, cambiando su trabajo en un fondo de inversión en Londres por una vida de esquí en Whistler.
A día de hoy está certificada por la Alianza Canadiense de Instructores de Esquí (CSIA por sus siglas en inglés) y la Asociación Canadiense para Esquí Adaptado (CADS), lo que le permite enseñar a esquiar a personas con discapacidades tanto físicas como psíquicas.